En el campo de la antropología, biología y el resto de ciencias evolutivas se tiene por sabido desde hace un buen tiempo que el amor cumple para el humano una función evolutiva. La misión del amor es la de perpetuar la especie, asegurándonos una pareja con la que procrear, formar y sostener una familia. Muy frecuentemente en las relaciones se pierde la entendimiento mutua y todo se transforma en un ring de boxeo en el que cada uno defiende su posición. Llegar a este punto es bastante doloroso y desgastante, y puede causar que con el tiempo se vaya acabando el amor que en un principio unió a la pareja. Parece que la especie humana, frente a otras que prefieren el olfato a pesar de ser más complicada la maniobra, lanza periódica y automáticamente miradas de reconocimiento. Los individuos, de manera involuntaria, precisan saber si lo que viene es macho o hembra para actuar de un modo o bien otro. Para tal descubrimiento, el punto clave es el pubis, como decíamos: una prueba irrebatible hasta hace pocos años. Si las dudas persisten, se explora el pecho. Vivimos en una permanente busca de señales sexuales y ni los más avezados sinvergüenzas escapan por las buenas al procedimiento natural.
Puede que recibas señales de mujeres que no te resultan de interés. No importa, ve por ellas, aprende por ellas, adiestra con ellas, para que te vayas soltando, y cada vez vayas subiendo más el nivel de las mujeres con las cuales vas a interactuar en el futuro. Es posible que tus amigos se burlen de ti, por acercarte a cualquier mujer. Eso no debe importarte, recuerda que soltaste el que dirán, y sabes que este adiestramiento te va a traer mejores resultados sobre aquellos que no practican y que no se atreven a lanzarse al agua. Los hombres y mujeres se sienten atraídos de una forma diferente por dos razones: 1) genéticamente no somos iguales, y 2) los objetivos de realización personal no son exactamente los mismos. Un hombre, por ejemplo, cuyo propósito es casarse y formar una familia con hijos preciosos y exitosos, no piensa en cosas como: ¿Debería seleccionar a la mujer con el mejor corazón, sin importar un mínimo su aspecto físico, para criar a mis hijos? ¡Desde luego que no! Pues con sinceridad la mayoría buscamos un equilibrio entre belleza y ética.
La vida del hombre muy elegante
Para introducir un fetiche en la relación de pareja es primordial la existencia de una buena comunicación entre los miembros de exactamente la misma. Existiendo esa comunicación, e introduciendo el fetiche como un juego, el factor lúdico puede enriquecer la relación y avivar ese fuego que haya podido comenzar a perder fuerza. En esta introducción gradual y lúdica del fetiche en la relación de pareja hay que evitar sobre todo dos cosas. Desde hace ya un tiempo se ha recuperado esta antigua tradición de la Carassa trasladándola de la iglesia a la calle, y de este modo, cerca de la Navidad de 1988, nació un Cap Gros (cabezudo) representando la cara del moro de la catedral. Los cabezudos son exactamente lo que el nombre indica: cabezas muy gordas que llevan niños y que acompañan a los gigantes que salen a la calle a lo largo de las fiestas tradicionales bailando al sonido de dulzainas y tambores. El cabezudo de la Carassa de la Catedral sale todos los años a lo largo del mercado de Sta. Llúcia que está instalado ante la Catedral y donde se venden figuras de pesebre, corchos para hacer las montañas, casas,… junto con otros ornamentos navideños, algunos tan propios de Cataluña como el tió, un leño que tiene unas patas y una cara pintada y que a lo largo de la Nochebuena, cuando los niños lo golpean con un bastón mientras cantan una canción, les caga juguetes. Vivimos un instante de la historia en que el sexo, y todo lo que le concierne, se ha vuelto un bien de repuesto en los mercados capitalistas. Esta es una verdad conocida. Hemos olvidado que el sexo tiene propiedades que pocos recuerdan: el sexo, a de su función reproductora, es una herramienta de trabajo espiritual para buscar estados de trascendencia, de alegría, de curación, de juego y de alborozo. Una herramienta con que se puede conseguir estados excelentes de éxtasis para curar dolencias, sanar traumas y compenetrar nuestras relaciones amorosas.
Comprender a mi pareja
Sus pechos firmes y sus duros pezones te volverán loco de placer y compartir con ella una excitante ducha erótica será la mejor forma de entrar en un tiempo en el que sólo el deseo y el gozo importen. No desperdicies la ocasión y date un chapuzón de placer entre los brazos de esta increíble scort pelirroja. Para el orgasmo terminante de cuatro puntas, bésala profundamente mientras que estimulas su clítoris manualmente. Haga que su pareja en la trasera la introduzca por detrás e inserte un dedo en su ano. Cada agujero en cuenta! Ésta es la historia breve de 2 personas que vivieron en Argentina, un hombre del sur en la zona de Patagonia, a miles de quilómetros de una mujer que vivía en el norte del país en la provincia de Brinca. Se conocieron por internet en un encuentro de chat, y empezaron a charlar a lo largo de semanas.
Se fueron de la ciudad donde vivían para trabajar en otra provincia, en la zona rural. Allá empezaron a ganar una pequeña fortuna, fundamentados más en las capacidades laborales de Indira que en la de Carlos. Sugerente y tentadora, en la intimidad me vuelco totalmente en mi pareja. Gracias a ello puedo suministrar fantásticas experiencias GFE a aquellos hombres que deseen sentirse acompañados por una novia tan dulce como lujuriosa y tan cariñosa como excitante. Si eres uno de esos hombres, llámame. No te arrepentirás. No sólo eso, te puedes evitar muchos inconvenientes si empiezas por ti mismo pues lo que aprendes puede ser una herramienta poderosísima si la usas correctamente por el hecho de que te va a permitir provocar cambios positivos en las personas a tu alrededor.
Indudablemente, la estimulación del chorrito de agua y el punto extra de higiene que puede incorporar la ducha en el momento de efectuar conforme qué prácticas eróticas (piensa por poner un ejemplo en el beso negro o en una felación o un cunnilingus tras un día de duro trabajo), la transforman en un territorio favorezco al sexo. Mas practicar sexo en la ducha exige una serie de medidas que hay que tener siempre y en todo momento presentes. La principal de ellas, por supuesto, es poner una alfombra antideslizante o bien, mejor aún, calzarse unas zapatillas de caucho. No es cuestión de escalabrarse en medio de un arrebato de pasión ni de dejarse la nuca en la grifería por procurar ejecutar con perfección alguna postura recomendada en su mítico Kama Sutra por el enorme Vatsyayana.
Sadhana principal: yoga sexual, pranayama y participar activamente en cursos y satsangas
Las substancias químicas desencadenadas en nuestro cerebro hacen que idealicemos a la otra persona, obviando todos y cada uno de los defectos que pudiera tener. Esto ofrece ventajas para la reproducción: cuanto más perfecta nos resulte nuestra pareja, más ganas tendremos de aparearnos con ella, y a su vez menos ganas tendremos de continuar buscando pareja. No creo que el transexual es un enfermo, yo creo que en realidad en un ser que mantiene una psique muy abierta y una sensualidad que rompe con los tabúes de la sociedad que sostiene su vida cotidiana y en la intimidad o bien con su pareja desarrolla ese deseo de cambiar de sexo con vestimentas, maquillajes, pelucas, etc. Que les dejan cumplir y llevar a cabo sus más oscuros deseos. Hoy es relativamente fácil. O bien muy sencillo. Ni tan siquiera hace falta salir de casa. A veces basta con saber moverse por el etéreo espacio de lo virtual. Basta con darse de alta en una web de contacto y aguardar nuestra oportunidad. Saber crear un perfil atractivo, saber escribir un primer mensaje de contacto, saber charlar con alguien de quien solo sabes aquello que esa persona ha querido exponer en público… ésas son las asignaturas que debemos aprobar en el actual arte de la seducción si deseamos que alguien fije un mínimo de atención en nosotros. Durante muchos siglos los maestros espirituales han utilizado la sabiduría de los chistes para trasmitir sus enseñanzas. Evidentemente ni soy un profesor espiritual ni estas son enseñanzas sagradas. No obstante, podemos entender que todo chiste es una historia iniciática y como dicen popularmente: entre broma y broma la verdad se asoma.