Para volver al matriarcado hay que idealizar a la mujer, a la madre divina, a la naturaleza. Hacer un culto con este punto de vista que nos han dejado los sabios de todas las temporadas. Es hora de despertar a la conciencia cósmica, es hora de medrar en libertad.
Conforme Giorgio Nardone, experto en terapia estratégica: Si era simple aguardar que del ‘prohibicionismo sexual’ se derivasen formas de compensación más bien morbosas, es asimismo simple esperar que de la ‘obligación sexual’ se origine la incapacidad de su plena realización.
El Sankhya pone énfasis en la investigación lógica y en la Ontología; el Yoga se centra en la naturaleza y en la práctica de la disciplina mental. Además de esto el Yoga se caracteriza por su aspecto iniciático puesto que para su correcta ejecución requiere la guía de un Líder o profesor espiritual.
Hombres y mujeres debemos entender y admitir que en ese campo somos diferentes. Cuando no conocemos las diferencias, pueden nacer interrogantes en nosotros que nos lastiman: ¿Será malo querer tanta vida íntima con ella? ¿Va a ser normal mi falta de deseo sexual, de qué manera se va a sentir a este respecto?
Hola mi nombre es Carolina y soy una amante con sangre en plena ebullición, a puntito de erupción, dándote mi pasión, lujuria y ardor que necesitas. Deja que mi cuerpo caliente tu piel y derritan tus sentidos como los volcanes de la tierra de dónde vengo.
PRANAYAMA (Yog.): el cuarto Astanga del RajaYoga de Patanjali. Consiste en el control de la respiración por del yoguin, tratando de acompasarla y espaciarla en forma progresiva a lo largo del tiempo.
Mia esta candente y irrefrenada scort que carece de tabúes y para quien el sexo es una genuina religión, está aguardando tu llamada. Y es que nada la agrada más a Mia que sentirse deseada. Morbosa y juguetona, Mia hará que vivas de las mejores experiencias sexuales de tu vida.
El auténtico seductor, nace. El sinvergüenza, en cambio, puede llegar a serlo con esfuerzo y aplicación, puesto que su objetivo no es cautivar a las mujeres sino más bien aprovecharse de ellas, en cierta medida. s, en muchos casos, asimismo pretenden lo mismo. No todas, claro: ciertas. Las suficientes.
Ante nosotros mismos nos vemos al espéculo a diario y siempre y en toda circunstancia hacemos resaltar todos nuestros defectos físicos, sin darnos cuenta de que una mujer valora más las virtudes y actitudes que tiene un hombre ya antes que su apariencia.
De ese pasado ciertamente lúgubre el planeta BDSM ha heredado esta práctica, el figging, que ofrece muchas posibilidades de disfrute a quien, consensualmente y con plena conciencia, la escoge para incorporarla a sus juegos sadomasoquistas.